Con su sola presencia y equipamiento especializado, el guardia táctico busca imponer seguridad y ejercer disuasión. En tiempos donde existe mayor actividad delictual, se vuelve necesario aumentar el nivel de quienes están a cargo de la protección de las instalaciones. Los guardias tácticos están especialmente entrenados y equipados para manejar situaciones de alta amenaza, lo que los convierte en una fuerza efectiva contra el crimen y en un elemento crucial para la seguridad de cualquier instalación.
La presencia de un guardia táctico, con su uniforme distintivo y equipo avanzado, tiene un efecto disuasorio inmediato sobre posibles delincuentes. Su apariencia profesional y preparación física y mental envían un mensaje claro de que el lugar está protegido por profesionales capaces de responder a cualquier amenaza. Esta percepción de seguridad es esencial para mantener la tranquilidad tanto de los empleados como de los visitantes de la instalación.
Especialización:
Los Guardias Tácticos son capacitados en autodefensa y técnicas de reducción, uso de esposas y bastón retráctil, tolerancia al trabajo bajo presión y control de impulsos, anticipar situaciones de riesgo, trabajo en equipo y control de masas.